Nutrición infantil: qué es, importancia y consejos

La infancia es una etapa crucial para el desarrollo físico, mental y social de los niños. Durante estos años, que van desde el nacimiento hasta la adolescencia, tanto el cerebro como el cuerpo alcanzan altos niveles de desarrollo que se completan en la juventud. De ahí que la nutrición infantil ocupe un lugar preponderante en este proceso, ya que aporta nutrientes necesarios para el crecimiento, las funciones del organismo y energía para diferentes actividades. En este texto, se abordan los aspectos básicos de la nutrición infantil, así como algunos consejos para llevarla de manera óptima.

¿Qué es la nutrición infantil? 

La nutrición infantil es una ciencia multidisciplinar que se centra en las necesidades alimenticias específicas de los niños desde el nacimiento hasta la adolescencia. Enfocada en aportar la cantidad justa y necesaria tanto de macronutrientes (proteínas, grasas e hidratos de carbono) como de micronutrientes (vitaminas y minerales), esta especialidad aborda cómo la ingesta adecuada de estos elementos contribuye al desarrollo integral del niño. Desde el primer año de vida, el aporte nutricional afecta en gran medida el crecimiento, la maduración del sistema nervioso, el desarrollo cognitivo y la configuración del microbioma intestinal, factores cruciales para el bienestar a largo plazo. 

Así, la nutrición infantil no solo es relevante para el desarrollo físico, sino también para la salud cognitiva y la buena salud a largo plazo. Diversos estudios demuestran que una nutrición óptima en las primeras etapas de la vida se relaciona directamente con un mejor rendimiento escolar, mayor capacidad de atención y menores tasas de enfermedades crónicas en la edad adulta. Esto resalta la importancia de seguir los principios básicos de la nutrición aplicados, en este caso, a los niños.

Etapas de la nutrición infantil 

Nutrición en bebés 

Durante el primer año de vida, la lactancia materna exclusiva es altamente recomendable, siempre que sea posible, ya que proporciona no solo nutrientes esenciales, sino también anticuerpos que ayudan al sistema inmunológico. Para aquellos bebés con intolerancia a la lactosa, existen fórmulas especializadas que emulan los beneficios nutricionales de la leche materna. 

Nutrición en niños de 3 a 6 años 

Durante esta etapa, cuando ya se prescinde completamente de la lactancia materna, es fundamental una dieta que incorpore frutas, verduras y carnes, como las carnes rojas, blancas y pescado. En este rango etario, la actividad física de los niños incrementa considerablemente, por lo que es importante contar con un aporte calórico suficiente pero saludable. 

Nutrición en niños de 7 a 12 años 

Los niños en esta etapa ya forman parte de ambientes en los que la vida social es más activa; es decir, asisten a la escuela y eventualmente a talleres extraescolares. Esto significa que pueden incorporar hábitos alimenticios poco saludables, como la ingesta de bollería industrial, azúcares y grasas. De ahí que sea importante proveer a los niños de un buen refrigerio y almuerzo para mantener, así, una dieta saludable. 

Nutrición en adolescentes de 13 a 16 años 

En la adolescencia, las necesidades calóricas incrementan aún más, no solo por la incorporación de una mayor actividad física, sino también porque el cuerpo comienza a experimentar cambios propios de esta etapa de la vida. Hay que considerar, asimismo, que habrá nutrientes que serán más necesarios en niñas que en niños, como el hierro, debido a la menstruación. Con todo, es importante una alimentación balanceada para un correcto desarrollo cognitivo, muscular y óseo. 

Importancia de una buena nutrición infantil 

Desarrollo y crecimiento adecuado 

La dieta tiene un papel directo en la formación ósea, desarrollo muscular y regeneración celular. Un niño pequeño con una nutrición inadecuada puede enfrentar retrasos en estas áreas. 

Prevención de enfermedades 

Una dieta rica en antioxidantes, vitamina C y otros micronutrientes fortalece el sistema inmunológico, lo que reduce la susceptibilidad a enfermedades infecciosas. 

Prevención de obesidad y malnutrición 

La ingesta controlada de azúcares y grasas saturadas desde una edad temprana puede prevenir la obesidad, mientras que una dieta equilibrada previene la malnutrición. 

Alimentación saludable y energía 

Los carbohidratos complejos y las proteínas magras proveen energía sostenida, lo que evita los altibajos que causan los azúcares refinados presentes en golosinas y alimentos ultraprocesados. 

Nutrición infantil: cuándo y qué comer 

La organización de las comidas en el contexto de la nutrición infantil es una consideración primordial para padres y cuidadores. No solo importa qué nutrientes y alimentos se ofrecen, sino también cuándo se ofrecen. Esto es importante para contemplar qué alimentos son los más adecuados según las necesidades calóricas de los niños durante el día. 

Desayuno 

Se trata de la primera comida del día. En tanto fuente de energía, el desayuno debería consumirse durante las primeras horas tras despertar. Para un niño pequeño, por ejemplo, se deben considerar alimentos variados para alcanzar una comida equilibrada, en la que la fibra, los lácteos, las frutas y los cereales estés siempre presentes. 

Refrigerio 

Un refrigerio a media mañana puede ayudar a mantener los niveles de energía y, por ende, concentración, sobre todo en horario escolar. Se recomienda optar por frutas enteras, porciones de queso, algunos frutos secos o pequeños aperitivos saludables. Se deben evitar los refrigerios altos en azúcar, grasas y sodio. 

Almuerzo 

El almuerzo debe ser una comida equilibrada que incluya una buena fuente de proteínas, como pescado o pollo, además de frutas, verduras y carbohidratos, como las lentejas. En este caso, se recomienda establecer una comida variada que cumpla con todas las necesidades nutricionales acordes con la nutrición infantil adecuada. 

Merienda 

En el caso de la merienda, se trata de una comida de media tarde que pretende restablecer los niveles de energía en los niños, quienes pueden realizar actividades fuera de la escuela, como los talleres o los mismos deberes de las asignaturas. Se recomienda, en este sentido, incluir frutas, cereales naturales (evitar los cereales de caja) y frutos secos, todos estos en porciones pequeñas. 

Cena 

La cena, al tratarse de la última comida del día, debe incluir una cantidad justa de energía. Por ello, se recomienda balancear los nutrientes a través de alimentos saludables, como las frutas, purés, guarniciones de vegetales, sopas o carnes magras. 

Consejos para una adecuada nutrición infantil 

1. Fomentar hábitos nutricionales saludables 

Iniciar la introducción de frutas y verduras mediante juegos o recompensas puede ayudar a incorporar estos alimentos esenciales en la dieta de manera efectiva. Asimismo, el ejemplo de los padres y cuidadores es fundamental, ya que solo así los niños pequeños pueden imitar hábitos saludables. 

2. Establecer horarios estables para comer 

Un horario fijo de comida no solo es importante para que el cuerpo recupere oportunamente calorías, sino también para que, cuando se trata de comidas importantes, los padres o cuidadores puedan asegurar la ingesta de los alimentos, de tal manera que los niños se alimenten correctamente. 

3. Hacer de la comida un evento agradable 

Cuando se trata de alimentación, un niño pequeño puede experimentar diferentes dificultades, como no gustarle ciertos tipos de comida. En este caso, es fundamental no forzar a los niños a que coman, sino, por el contrario, brindarles la oportunidad de ingerir saludables de los que sí gustan. En todo momento, la alimentación debe ser placentera, agradable y oportuna. 

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