Educación ambiental: beneficios de su inclusión en el currículo escolar

El currículo escolar cuenta con contenidos fundamentales para la formación integral de los estudiantes del nivel básico. Sin embargo, junto con las matemáticas, la historia, la literatura y las ciencias, es necesario contar con una formación orientada al cuidado del medioambiente. Precisamente, en el contexto actual, es importante incluir la educación ambiental: sus beneficios son claros. En lo que sigue, se presentan cinco razones por las que la educación ambiental es tan importante en la escuela.

Educación ambiental: beneficios en la formación básica

El aprendizaje va más allá del aula 

El medioambiente es el espacio en el que habitan no solo las personas, sino también los animales y las plantas. Al mirar hacia esa vasta e innegable diversidad, se puede comprender que hay mucho más allá del aula para aprender, sobre todo, cuando se trata de explorar el mundo, comprenderlo y hacerlo propio. 

En efecto, la educación ambiental procura expandir los límites físicos de la escuela para que los estudiantes puedan comprender cómo funcionan los ecosistemas, por qué son tan importantes y cuáles son las consecuencias de la interacción de los humanos con los sistemas naturales. 

Esto –que posee un gran potencial en la educación básica– fomenta la curiosidad innata de los estudiantes, quienes pueden indagar por su cuenta sobre los recursos naturales, los problemas ambientales, las especies animales y demás temas relacionados con el medioambiente. De esta manera, los estudiantes se animan a investigar por su cuenta, lo que les conecta con el mundo de una manera más genuina e intuitiva.  

El pensamiento crítico se fortalece 

Asimismo, la educación ambiental es esencial en el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico en los estudiantes. Pero ¿cómo ocurre esto? Los estudiantes, al enfrentarse a la diversidad de problemas que se discuten el aula, aprenden a analizar situaciones desde diferentes perspectivas; es decir, pueden llegar a tomar en cuenta aspectos sociales, ecológicos, económicos y culturales para comprender los fenómenos asociados a los problemas que afectan al medioambiente. 

Como puede verse, se trata de una visión holística que permite comprender, de manera más profunda, los temas ambientales de la actualidad; de hecho, esta perspectiva fomenta la evaluación crítica y reflexiva de las soluciones propuestas por gobiernos y comunidades. De esta manera, la capacidad de consultar y discriminar diferentes fuentes, analizar su contenido, considerar sus puntos de vista y formar una opinión personal permite fortalecer el pensamiento crítico y creativo. 

Se desarrolla la tolerancia y la comprensión 

La educación ambiental brinda un espacio para explorar y entender la diversidad de culturas y perspectivas en relación con los problemas ambientales. A través de contenidos que el docente selecciona oportunamente, los estudiantes descubren cómo diferentes comunidades humanas son afectadas por las actividades extractivas y cómo responden, al mismo tiempo, a los desafíos ambientales derivados de aquellas.  

En efecto, al analizar los problemas ambientales desde múltiples perspectivas, los estudiantes desarrollan una apreciación por la diversidad y la pluralidad de enfoques que existen para abordar estos desafíos. Aprenden a valorar las diferentes formas en que las culturas interactúan y se relacionan con el medioambiente, lo que enriquece su comprensión y les permite abordar los problemas ambientales de una manera más inclusiva. Es así como, además, se comprende la importancia de la justicia ambiental, muy necesario en comunidades fuertemente golpeadas por la contaminación y degradación del ambiente.

Se fomenta un estilo de vida más saludable 

Ahora bien, incorporar la educación ambiental en la enseñanza propicia la adopción de un estilo de vida más saludable y consciente. En efecto, comprender la relación entre el bienestar humano y el medioambiente permite a los estudiantes tomar decisiones que favorecen tanto a su salud, desde luego, como al entorno. 

Los contenidos de educación ambiental proporcionan conocimientos valiosos con respecto a cómo las acciones diarias –véanse la alimentación, el transporte y el consumo de productos en general– impactan en el medioambiente. Por ejemplo, al tener en cuenta los beneficios de una dieta equilibrada y variada, y el uso de medios de transporte alternativos (bicicleta, patines eléctricos, entre otros), se pueden asumir hábitos más saludables y sostenibles. 

Se promueve un aprendizaje significativo 

La educación ambiental tiene el poder de transformar la experiencia educativa, ya que promueve un aprendizaje no solo profundo sobre los temas medioambientales más importantes, sino también significativo. Es así como, al abordar cuestiones relevantes en torno al cuidado de los ecosistemas, el valor de la diversidad, la discusión en torno al cambio climático, el peligro del calentamiento global, entre otros, se captura la atención de los estudiantes, quienes pueden explorar, cuestionar y conectar nueva información con sus conocimientos y experiencias. 

En este sentido, la educación ambiental no se limita a la transmisión de datos, sino que fomenta una comprensión integral de cómo los sistemas naturales y humanos interactúan y se afectan mutuamente. El enfoque práctico e interactivo que asume esta perspectiva permite a los estudiantes aplicar lo aprendido en situaciones concretas, lo que fortalece su capacidad para tomar decisiones informadas y contribuir a la solución de problemas reales.

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