¿Qué es y cómo calcular la huella de carbono?

Actualmente, la lucha contra el cambio climático se encuentra en la agenda política mundial debido a los efectos que este tiene sobre la biodiversidad y la salud. Para combatirlo, se requiere conocer cuál es el nivel de gases contaminantes que se emiten anualmente, tanto por personas como por entidades, para tomar medidas para proteger el medioambiente. Una manera de hacerlo es, desde luego, calcular la huella de carbono. En lo que sigue, se explica en qué consiste la huella de carbono, cómo calcular y cómo reducirla.

¿Qué es la huella de carbono? 

La huella de carbono es una medida que permite estimar el volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) emitido directa o indirectamente por las actividades humanas, como el comercio y el transporte, por ejemplo. Para su medición, se recurre al dióxido de carbono equivalente (CO2eq), el cual expresa en toneladas el conjunto de gases que participan del efecto invernadero. Se trata de un indicador cuya importancia es innegable para el diseño de medidas que buscan mitigar las consecuencias negativas del calentamiento global. 

Ahora bien, la huella de carbono está compuesta por diversos tipos de emisiones, entre los que se incluyen el metano, el hexafluoruro de azufre, el óxido de nitrógeno, los hidrofluorocarbonos y, desde luego, el dióxido de carbono. Todos estos gases, acumulados en la atmósfera de la Tierra, absorben y retienen la radiación infrarroja del Sol, lo que produce directamente el efecto invernadero: estos gases impiden que dicha radiación sea reflejada hacia el espacio. Esto provoca el cambio climático, el cual se refleje en el incremento de la temperatura global, que impacta en el deshielo de glaciares, aumento del nivel del mar, la pérdida de ecosistemas y problemas de salud en las personas.  

¿Cómo calcular la huella de carbono? 

Calcular la huella de carbono es un proceso que requiere la consideración de diferentes variables. Entre ellas, se incluyen, por un lado, la actividad que genera los GEI y, por otro lado, el factor de emisión, esto último en función del tipo de generador de energía utilizado (por ejemplo, gas o petróleo). Tras la multiplicación de estas variables, se obtiene el cálculo de la huella de carbono. 

Se puede utilizar una fórmula incluso más compleja para el cálculo de gases de efecto invernadero. De todos modos, existen múltiples herramientas y calculadoras en línea, como las ofrecidas por organizaciones gubernamentales y ONGs, que facilitan esta estimación. 

Tipos de huella de carbono 

Huella de carbono personal 

Las personas, en sus actividades cotidianas –como la alimentación, el transporte o la utilización de fuentes de energía– generan una huella de carbono que, como se ha comentado, se expresa en toneladas de CO2. Debido a las condiciones de consumo y ritmo de vida actuales, se estima que las personas son responsables de la emisión de hasta cuatro toneladas. Para reducir la huella de carbono, es importante modificar hábitos de consumo, optar por el transporte sostenible y el ahorro energético. 

Huella de carbono de empresas 

Las empresas u organizaciones son también responsables de producir ingentes cantidades de dióxido de carbono anualmente, ya que, en sus procesos, se incluyen diferentes actividades que requieren fuentes de energía, como el gas o el petróleo. Sumado a esto, se incluyen otras fuentes de GEI, como las actividades iniciales, la generación de residuos, instalaciones, productos comercializados, entre otros. 

Huella de carbono de productos 

Cuando se habla de la huella de carbono de los productos, se deben considerar todos los momentos implicados en su consumo, es decir, desde su fabricación hasta el final de su vida útil. Durante este periodo, se realizan grandes emisiones de gases de efecto invernadero, ya que se realiza, según el producto, un alto consumo de energía; incluso, se cuentan los servicios como parte de esto, donde eventos, como los deportivos o musicales, también implican la utilización de energía para sus diferentes momentos. 

Niveles de alcance de la huella de carbono 

Alcance 1 o emisiones directas 

Las emisiones directas, incluidas dentro del alcance 1, son aquellas que se liberan directamente de las fuentes utilizadas por una persona o entidad. Esto incluye, por ejemplo, las emisiones de un vehículo que utiliza combustible fósil o de una instalación industrial que quema carbón. 

Alcance 2 o emisiones indirectas 

Las emisiones indirectas, o alcance 2, son las resultantes del consumo de electricidad, calor o vapor generados fuera de la entidad pero consumidos por ella. Estas emisiones se producen en el lugar de generación de la energía, pero se atribuyen a la entidad que la consume. Se trata de, en pocas palabras, quienes proveen la energía. 

Alcance 3 o emisiones indirectas 

El alcance 3 engloba otras emisiones indirectas que ocurren en la cadena de valor de una entidad, pero no son de su propiedad ni están bajo su control directo. Esto incluye actividades como el transporte de materias primas, la producción de bienes adquiridos y o la gestión de residuos. 

Consejos para disminuir la huella de carbono 

• Optar por transporte sostenible, como la bicicleta o, en todo caso, utilizar transporte público o vehículos compartidos. 

• Elegir energías renovables por encima de las energías tradicionales altamente contaminantes. Las conexiones eléctricas con origen en paneles solares, por ejemplo, son una buena opción. 

• Reducir el consumo de envases y plásticos de un solo uso. En su defecto, se recomienda optar por envases de vidrio y bolsas de tela. 

• Utilizar activamente los contenedores de reciclaje para que, de ese modo, se pueda reciclar y reutilizar una buena parte de los residuos, como los cartones, las ropas, los plásticos y los vidrios. 

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