Tratamiento de trastornos de alimentación: tipos de TAC, objetivos de tratamiento y tipos

Los trastornos de la conducta alimentaria –nombrados también por sus siglas, TCA– son patrones de comportamiento que afectan la salud y bienestar de las personas que los padecen. Debido a las consecuencias que acarrean, es necesario contar con un idóneo tratamiento de trastornos de alimentación, el cual puede incluir terapia psicológica, farmacológica y hospitalaria. Se busca brindar apoyo y seguimiento integral para una pronta recuperación y así evitar otros efectos asociados, como el desarrollo de enfermedades o la muerte. En lo que sigue, se comentan los aspectos más importantes en torno al tratamiento de trastornos de alimentación.

Trastornos de la conducta alimentaria (TCA), ¿qué son? 

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son patrones de conducta caracterizados por el desarrollo de hábitos de alimentación poco saludables, por lo que se reconocen como anormales. Usualmente están asociados a emociones y percepciones negativas con respecto al peso y forma del cuerpo. En efecto, las personas con trastornos alimentarios desarrollan una imagen corporal distorsionada que les conduce a comportamientos extremos para controlar el peso y, con frecuencia, disminuirlo de forma considerable. 

Estos trastornos influyen de manera directa en la relación con los alimentos. En consecuencia, al limitar la dieta, es posible desarrollar una grave desnutrición, comorbilidades con otros trastornos psicológicos y enfermedades crónicas. En este sentido, los TCA no se limitan a la alimentación y la forma corporal, y por ende a la salud física; también están relacionados con la salud mental en general, lo que incluye a la autoestima, la identidad y las relaciones interpersonales. 

En cuanto a su etiología, los TCA no poseen una causa única que los provoque. En el ámbito médico, se sostiene que son el resultado de una combinación de factores genéticos, biológicos, conductuales, psicológicos y socioculturales. También es importante señalar que nadie elige tenerlos, por lo que los pacientes no deben ser juzgados. 

Tipos de TCA 

Anorexia nerviosa 

Más conocida como anorexia, se caracteriza por un miedo intenso por ganar peso, por lo que se asumen conductas dañinas relacionadas con la restricción de la ingesta de alimentos. Como consecuencia, se produce un adelgazamiento extremo que también puede ir acompañado de otras conductas, como la provocación de vómitos, la actividad física excesiva y otros métodos para perder peso. 

Bulimia nerviosa 

En tanto trastorno de la alimentación, se caracteriza por episodios recurrentes en los que las personas ingieren alimentos de manera compulsiva para, luego, inducirse el vómito (conducta compensatoria) para evitar el aumento de peso. En ocasiones, también consumen laxantes, diuréticos, ayuno intenso, entre otros. 

Trastornos por atracón 

Este trastorno se caracteriza por atracones frecuentes sin los comportamientos compensatorios asociados con la bulimia nerviosa. Las personas con trastorno por atracones a menudo desarrollan sobrepeso y obesidad. 

Trastornos evitativos 

Los trastornos evitativos de la ingestión de alimentos se definen por la evitación o restricción de la ingesta de alimentos sin una preocupación relacionada con el peso o la forma del cuerpo. Suelen aparecen durante la infancia. 

Objetivos del tratamiento de trastornos de alimentación 

El tratamiento para los TCA debe ser integrado y adaptado a las necesidades individuales del paciente. Los objetivos generales del tratamiento incluyen:  

• restablecer un peso saludable 

• disminuir la ansiedad por el peso 

• normalizar los hábitos de alimentación y ejercicio 

• tratar cualquier complicación física 

• fortalecer el compromiso con el tratamiento 

• fortalecer la autoestima y seguridad 

• prevenir la recaída 

• eliminar las conductas compensatorias 

Precisamente, los tratamientos para los trastornos deben incluir diferentes facetas, como el tratamiento farmacológico cuando es necesario, el tratamiento psicológico y el tratamiento hospitalario en caso de emergencias. Un profesional de la salud mental es importante para acompañar a los pacientes. 

Tratamiento farmacológico 

El tratamiento farmacológico juega un papel crucial en el tratamiento de los trastornos de la alimentación, especialmente cuando se utilizan en combinación con la terapia psicológica. Los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno de la alimentación y tratar las afecciones concurrentes, como la depresión y la ansiedad. 

Antidepresivos 

Estos son medicamentos que se utilizan para tratar la depresión y otros trastornos del estado de ánimo. En el contexto de los trastornos de la alimentación, los antidepresivos pueden ayudar a controlar los síntomas de depresión y ansiedad que a menudo se desarrollan como comorbilidades con los TAC. Suelen utilizarse medicamentos para estimular la producción de serotonina. 

Ansiolíticos 

Estos medicamentos se utilizan para disminuir los niveles de ansiedad que pueden presentarse en los individuos con trastornos de la alimentación. Son particularmente útiles para enfrentar situaciones de ansiedad en contextos como el trabajo, el hogar, la socialización, el espacio privado, entre otros. Se busca disminuir su incidencia para no agravar el trastorno alimentario. 

Antipsicóticos 

Algunos antipsicóticos pueden ser beneficiosos en el tratamiento de los trastornos de la alimentación. Estos medicamentos pueden ayudar a tratar síntomas específicos, como la distorsión de la imagen corporal en la anorexia nerviosa o los pensamientos obsesivos relacionados con la alimentación y el peso. 

Antiimpulsivos 

Estos medicamentos se utilizan para ayudar a controlar los impulsos que pueden llevar a episodios de atracones o a comportamientos compensatorios perjudiciales, como el vómito autoinducido. También son beneficiosos en el tratamiento de la bulimia nerviosa y el trastorno por atracones. 

Tratamiento psicológico 

Por su parte, el tratamiento psicológico es un componente fundamental en la gestión de los trastornos de la alimentación. Se centra en abordar los pensamientos, las emociones y las conductas relacionadas con la alimentación, así como en tratar cualquier problema de salud mental concurrente. 

Terapia cognitivo-conductual 

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tipo de tratamiento psicoterapéutico que ayuda a las personas a entender y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento destructivos. En el contexto de los trastornos de la alimentación, la TCC se centra en identificar y reformular pensamientos negativos sobre la imagen corporal, el peso y la comida, y en desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables. 

Terapia familiar 

La terapia familiar es una forma de tratamiento en la que se implica a los miembros de la familia en el proceso de recuperación. Este tipo de terapia puede ser especialmente útil para los adolescentes con trastornos de la alimentación, ya que su ambiente familiar puede jugar un papel crucial en la evolución de la enfermedad y en la recuperación. De todos modos, las terapias familiares pueden construir un espacio de apoyo y respaldo incondicional. 

Terapia grupal 

La terapia grupal proporciona un espacio seguro para que las personas con trastornos de la alimentación compartan sus experiencias, aprendan unas de otras y se apoyen mutuamente en su proceso de recuperación. Esta forma de terapia puede ser beneficiosa para reducir el sentimiento de aislamiento que a menudo experimentan las personas con trastornos de la alimentación. 

Tratamiento hospitalario 

Por último, este tratamiento puede ser necesario para los casos más graves de trastornos de la alimentación. Este enfoque es generalmente reservado para individuos que están médicamente inestables o en riesgo de complicaciones graves. 

Atención médica en hospital 

Cuando la vida del paciente está en peligro, la atención médica en un hospital se vuelve indispensable. Esto puede suceder si la persona está severamente desnutrida, sufre complicaciones médicas graves o muestra signos de pensamientos suicidas. La atención médica en el hospital también puede ser necesaria para iniciar o ajustar el tratamiento farmacológico. 

Programas de tratamiento hospitalario 

Los programas de tratamiento hospitalario para los trastornos de la alimentación se centran en proporcionar un ambiente seguro y estructurado para la recuperación. Estos programas pueden incluir terapia individual, grupal y familiar, apoyo nutricional y medicación; esto es, un plan de tratamiento. El objetivo es estabilizar al paciente médicamente y ayudarle a iniciar la recuperación a largo plazo. 

Posterior a la hospitalización 

Después de la hospitalización, los planes de seguimiento a largo plazo y el apoyo continuo son cruciales para mantener los avances realizados durante el tratamiento hospitalario. Esto puede incluir la terapia psicológica continua, el apoyo nutricional y, si es necesario, la medicación. La atención de seguimiento tiene como objetivo ayudar a la persona a mantener comportamientos saludables en relación con la alimentación y el peso, y a manejar cualquier problema psicológico subyacente.

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