¿Cuáles son los trastornos psicológicos más comunes?

Los trastornos psicológicos se entienden como afecciones –temporales o permanentes– que repercuten en las capacidades de las personas en torno al pensamiento, comportamiento, interacción social y actividades diarias. Según su nivel de gravedad, pueden causas diferentes grados de dependencia, seguimiento especializado y medicación constante. En cuanto a su etiología, los trastornos mentales pueden originarse debido a la combinación de factores genéticos, ambientales y psicológicos. Aunque afectan a una de cada ocho personas en el mundo, las poblaciones en situación de pobreza, violencia, desigualdad o discapacidad son más propensas a desarrollar las enfermedades mentales más comunes. Esto hace necesario que se tomen acciones urgentes para cuidar la salud mental a través de los servicios de salud y, desde luego, el apoyo social. 

Trastornos psicológicos más comunes 

Depresión 

La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos un 5 % de los adultos sufren depresión, con una incidencia mayor en mujeres que en hombres. También puede desarrollarse en niños, adolescentes y jóvenes. Se caracteriza por sentimientos continuos de desánimo, tristeza, desinterés por actividades que antes eran placenteras y una sensación de desesperanza. En función de su gravedad, la depresión puede conducir al suicidio. 

Ansiedad 

La ansiedad se caracteriza por una preocupación excesiva y constante, lo que puede derivar en incapacidad funcional, es decir, la imposibilidad de realizar tareas propias de la vida cotidiana de las personas. Entre sus tipos, se encuentran el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social, el trastorno de pánico, entre otros. En muchas ocasiones, la ansiedad puede alcanzar somatizaciones como dolores, problemas de sueño o cambios en el apetito. 

Trastorno bipolar 

Cuando se discurre en torno al trastorno bipolar, se menciona como su principal manifestación la confluencia de episodios depresivos y momentos de exaltación. En ese sentido, se alternan los síntomas depresivos con episodios maníacos o hipomaníacos, como la tristeza y la irritabilidad, respectivamente. Puede afectar severamente las relaciones sociales de las personas, así como interrumpir el cumplimiento de sus actividades cotidianas. Como ocurre con la depresión, este trastorno puede derivar en suicidio. 

Trastornos de la alimentación 

Los trastornos del comportamiento alimentario desencadenan conductas o hábitos que afectan a la ingesta normal de alimentos. Según sea el caso, anorexia o bulimia, se pueden caracterizar por el consumo impulsivo o la limitación de la comida. Estos trastornos están relacionados con una preocupación excesiva por el peso y la visión distorsionada del cuerpo. Se reconocen, junto con la anorexia y bulimia nerviosas, el trastorno por atracón y la pica (comer constantemente durante el día).  

Esquizofrenia 

La esquizofrenia se caracteriza por la aparición de alucinaciones, comportamientos desorganizados y la deficiencia en la percepción, lo que afecta directamente al pensamiento y las capacidades cognitivas en general. Según la OMS, este trastorno está presente en 26 millones de personas en el mundo, requiere atención especializada y disminuye la esperanza de vida de quienes la padecen entre 10 y 20 años por debajo del promedio. 

Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) 

Este trastorno se entiende como una condición vinculada al neurodesarrollo de las personas que afecta la atención, lo que deriva en un aprendizaje diferente al que se considera como normal. Con respecto al lenguaje, el habla puede tornarse rápida e inquieta, y en ocasiones combinarse con el olvido de palabras. Un detalle que debe mencionarse es que el déficit de atención puede estar acompañado o no de hiperactividad. Suele presentarse antes de los 12 años, pero su diagnóstico puede tardar incluso hasta la edad adulta. 

Trastorno por estrés postraumático 

Este trastorno puede desarrollarse tras haber estado una persona expuesta a situaciones de conflicto, en las que la violencia, la amenaza o el pánico eran constantes. Su sintomatología se expresa a través pensamientos intrusivos, la evitación de recuerdos y la percepción de amenaza, aunque esta no exista realmente. Pueden causar, como ocurre con la ansiedad, discapacidad funcional, por lo que se requiere un tratamiento oportuno. 

Trastorno obsesivo compulsivo (TOC) 

Las personas con este trastorno, comúnmente denominado TOC, experimentan pensamientos intrusivos (conocidos como obsesiones) que conducen a la realización de acciones repetitivas (en este caso, conocidas como compulsiones). Se puede vincular a sentimientos de angustia, miedo y estrés, las cuales pueden llegar a provocar sufrimiento. Aunque no causa discapacidad funcional, los pensamientos de este tipo pueden afectar la calidad de vida de la persona que lo padece. 

Trastornos del espectro autista 

Estos trastornos –en plural, puesto que “espectro” alude a diversas afecciones– conducen a dificultades en el lenguaje, sobre todo oral, y a la interacción social, donde la socialización puede verse menguada por las dificultades en torno a la comunicación o los patrones de comportamiento que se desarrollan. Entre los trastornos que componen este espectro, se encuentran el síndrome de Asperger, el trastorno desintegrativo infantil y el trastorno generalizo del desarrollo. El autismo tiene 3 niveles o grados, donde el 1 expresa una afectación leve, mientras que el 3, una grave. 

Diagnóstico y tratamiento de los trastornos psicológicos más comunes 

El diagnóstico y tratamiento de los trastornos psicológicos es una tarea compleja que requiere un enfoque multidisciplinario. A lo largo de los años, la investigación ha avanzado significativamente en este campo, proporcionando herramientas y técnicas más precisas para identificar y tratar diversas afecciones mentales. 

Métodos de diagnóstico 

El diagnóstico de trastornos psicológicos se basa en criterios establecidos en manuales como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Los profesionales de salud mental utilizan entrevistas, cuestionarios y observaciones para determinar el tipo de trastorno mental que una persona puede tener. En pocas palabras, los especialistas recurren a pruebas estandarizadas para el diagnóstico de los trastornos psicológicos más comunes. En ocasiones, cuando es necesario, se pueden aplicar procedimientos más complejos para el diagnóstico, como las tomografías y exámenes de laboratorio. Con todo, participan psiquiatras, psicólogos y demás profesionales de la salud. 

Tratamientos 

El tratamiento varía según el tipo de trastornos psicológicos. Puede incluir psicoterapia, medicamentos (antidepresivos, antipsicóticos, estabilizadores del ánimo, entre otros), intervenciones psicosociales o una combinación de estos. Es esencial que las personas busquen ayuda profesional para obtener un diagnóstico adecuado y el tratamiento más efectivo. En el caso de personas con discapacidad funcional permanente, como puede ocurrir en las personas con esquizofrenia, la medicación y el tratamiento puede incluir, en ocasiones, el internamiento u hospitalización para garantizar la salud física. 

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