¿Qué es la economía circular? Una opción frente a la economía lineal

En el contexto actual, en el que el calentamiento global ha planteado diversos retos para la conservación del medioambiente, la economía circular surge como una opción para mitigar los efectos del cambio climático, cuidar el agua dulce –cada vez más escasa– y proteger la biodiversidad. En lo que sigue, se presenta qué es la economía circular, sus diferencias y sus principales beneficios.

¿En qué consiste la economía circular? 

La economía circular es un modelo que procura el crecimiento sostenible a través de actividades económicas respetuosas con el medioambiente. En lugar de extraer, producir, consumir y desechar (propio del modelo económico lineal), prioriza la optimización del uso de los recursos con el objetivo de alargar la vida útil de estos o, en todo caso, aprovechar los residuos para otros fines, como la generación de energía. 

Todo esto se alinea con la tendencia global de tomar medidas para enfrentar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la creciente escasez de recursos naturales y la necesidad de reemplazar los combustibles fósiles. Se busca, con todo, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la eficiente gestión de residuos, el reciclaje de materiales (plástico, vidrio, papel, entre otros) y la modificación de los modelos de producción para alcanzar el desarrollo económico y social sin depredar ni degradar el medioambiente. 

Economía circular y lineal, ¿cuál es la diferencia? 

Ahora bien, para terminar de comprender en qué consiste la economía circular, es necesario establecer las diferencias que presenta frente a la economía lineal. 

Esta consiste, grosso modo, en el modelo tradicional que extrae materias primar para elaborar productos de diversa índole, los cuales se desechan directamente sin contemplar su reutilización o reciclaje. Estos residuos terminan en incineradoras y vertederos, lo que incrementa la huella de carbono de las industrias. 

En contraste, la economía circular ofrece un marco de acción que implica diferentes medidas para lograr que tanto los productos como los residuos alcancen un ciclo de vida superior al que usualmente poseen. Así, se buscan minimizar el impacto ambiental, crear consciencia y promover el desarrollo sostenible. 

Principios de la economía circular 

Ecodiseño 

El ecodiseño implica considerar el ciclo completo de un producto desde su concepción hasta su eventual descarte. En ese sentido, se seleccionan materiales duraderos, de poco impacto ambiental y que sean, desde luego, reciclables. Esto aplica para productos de diversos tipos, que van desde la ropa hasta la tecnología. 

Materias primas renovables 

En lugar de depender de recursos no renovables que se agotan, la economía circular enfatiza el uso de materias primas que se regeneran naturalmente. Esto no solo protege el medioambiente, sino que también asegura una fuente sostenible de materiales para el futuro. Se excluyen, entonces, materias primas no renovables, sustancias tóxicas –que pueden depositarse en aire, tierra o agua–, entre otros. 

Funcionalidad 

El valor de un producto ya no se mide solo por su posesión, sino por su utilidad y funcionalidad. La economía circular promueve modelos de negocio donde el uso, más que la propiedad, es esencial, como el alquiler o el leasing. 

Durabilidad 

La obsolescencia programada no tiene cabida en la economía circular. Se busca que los productos duren más, que sean reparables y que su vida útil se extienda tanto como sea posible. 

Segundo uso 

Antes de descartar, se busca una segunda oportunidad. Un producto que ha terminado su vida útil en un contexto puede tener un nuevo propósito en otro, ya sea a través de la reventa, donación o reacondicionamiento. De hecho, en el mundo de la tecnología, es cada vez más común la venta de dispositivos electrónicos reacondicionados. 

Reutilización 

Este principio va más allá del simple reciclaje, desde luego. Se trata de encontrar nuevas aplicaciones para productos o componentes que ya no se utilizan en su función original. 

Reciclaje 

Cuando un producto ya no puede ser reutilizado, se busca que sus materiales se reintegren al ciclo de producción para minimizar la necesidad de extraer nuevas materias primas. 

Uso energético de residuos 

Los residuos que no pueden ser reciclados se convierten en fuentes de energía: se puede aprovechar su potencial calorífico para reducir la cantidad de desechos que terminan en vertederos. Hay, actualmente, diferentes métodos para este propósito, como la valorización del biogás.  

Beneficios de la economía circular 

Cuida el medioambiente 

La economía circular, al promover la reutilización y el reciclaje, reduce las emisiones y el consumo de recursos. Además, provee un marco para establecer proyectos y planes de acción para mitigar la producción de GEI. 

Contribuye con la economía local 

Por su parte, la reutilización y el reciclaje impulsa la economía local en muchos sectores, lo que reduce drásticamente la dependencia de nuevos productos e importaciones. Esto, en definitiva, fortalece industrias emergentes relacionadas con el reciclaje. 

Crea empleo 

La transición hacia un modelo circular abre nuevas oportunidades laborales en áreas como el ecodiseño, la gestión de residuos y el reciclaje. Promueve, así, la innovación y la generación de empleo. 

Permite la independencia de recursos 

Reutilizar y reciclar reduce la dependencia de recursos externos, como las materias primas, lo que incentiva una mayor autonomía y resiliencia económica. 

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