¿Cuáles son los mitos dermatológicos más difundidos?

La apariencia de la piel es muy elocuente en cuanto a las actividades y rutinas de cuidado personal. Así, una piel visiblemente maltratada da cuenta de una prolongada exposición al sol o de la ausencia de aplicación de cremas, como las hidratantes o de protección solar. En cambio, una piel tersa y brillante –sin importar la edad de la persona– demuestra una genuina preocupación por la salud de uno de los órganos más importantes del cuerpo.

Más allá de la apariencia, ya que se suele buscar la eliminación o reducción de arrugas, por ejemplo, se trata de mantener a raya los posibles problemas dermatológicos más comunes. En este esfuerzo, es necesario conocer que existen mitos dermatológicos que son contraproducentes. ¿Quieres conocerlos? Aquí no solo te los contamos, sino que también los desmontamos. 

7 mitos dermatológicos que debes conocer

Cuanta más agua bebas, más sana estará la piel 

Este es quizá uno de los mitos dermatológicos más difundidos. Esta creencia –que carece de respaldo científico– indica que beber al menos dos litros de agua al día permite mantener la piel lozana, brillante y, por ende, saludable. Aunque es bien sabido que mantener una buena hidratación contribuye a la salud general del cuerpo, no hay manera de demostrar su influencia directa sobre la piel. Así, mantenerla en óptimas condiciones implica un conjunto de cuidados que va más allá de tener un control rígido de la cantidad de agua que se consume al día. Tras la visita a un dermatólogo, este especialista determinará si los problemas de resequedad en la piel, por ejemplo, deben ser abordados con cremas u otros procedimientos. 

Las cremas hacen efecto tras la primera semana 

La efectividad de las cremas para la piel –incluso los afamados sérums– depende de diversos factores, entre los que se encuentran los activos del producto, la calidad de este y, por supuesto, las necesidades específicas de la piel. Es más: contrario a lo que se cree, aplicar grandes cantidades de crema no genera un efecto acelerado, sino el perjuicio de la salud de la piel. Entonces, no es realista esperar resultados visibles después de la primera semana de uso; muchas marcas señalan que, a lo sumo, los efectos pueden verse pasada la segunda semana de aplicación. ¿Cuál es la conclusión de esto? Para ver cambios en la piel, es necesario cumplir con un régimen de aplicación de las cremas, lo que puede incluir muchos meses. 

La luz azul de las pantallas es perjudicial como el sol 

Los dermatólogos pueden recomendar el uso de protector solar incluso en interiores y cuando se utilizan dispositivos electrónicos cuyas pantallas emiten luz azul. Sin embargo, se trata de otro de los mitos dermatológicos más considerados durante la última década. En este sentido, se debe señalar que este tipo de luz, aunque impacta sobre la salud de la piel, no presenta en mismo nivel de nocividad que la exposición a rayos ultravioleta del sol. De hecho, estos últimos pueden pigmentar la piel, causar quemaduras tras una larga exposición, envejecer la piel de manera prematura y, como consecuencia de todo lo anterior, aumentar el riesgo de cáncer de piel.  

El protector solar no es necesario en invierno 

¿Podemos prescindir del protector solar en invierno? La respuesta es un rotundo no. Esto se debe a que los rayos UV están presentes durante todo el año, incluso en días nublados o lluviosos. Estos son capaces de atravesar las nubes y llegar a la piel de la misma manera en la que lo harías en un día soleado. ¿Cuál es la diferencia? En verano, por ejemplo, las personas suelen usar protector solar con más frecuencia; incluso, el uso de las sombrillas en la playa contribuye a detener una parte de ellos. El descuido derivado de la creencia de que no hay riesgos en otras estaciones o condiciones climáticas está relacionado con el desarrollo de afecciones dermatológicas. ¿La lección? Usar protector solar siempre. 

La pasta de dientes ayuda a combatir el acné 

Una práctica muy común para combatir los puntos negros y, sobre todo, el acné es aplicar pasta de dientes en las zonas afectadas. Pero ¿es esto realmente efectivo? En apariencia, la aplicación de la crema dental contribuye a secar los contornos del acné, de modo que es más fácil su remoción. Sin embargo, los efectos pueden ser contrarios: irritación, resequedad u otros problemas dermatológicos. Dependiendo de la gravedad del acné, los dermatólogos pueden prescribir tratamientos a base de lavados con jabones especiales (véanse los que cuentan con ácido salicílico), aplicación de cremas específicas o ingesta de determinados medicamentos. Una vez más, se recomienda visitar a un especialista. 

Las manchas en la piel solo pueden tratarse con láser 

Existen múltiples opciones para tratar las manchas en la piel, y el láser, como es de esperar, es solo una de ellas. Otras alternativas incluyen cremas, peelings químicos y tratamientos naturales supervisados por dermatólogos. En todos los casos, la elección del tratamiento depende del tipo de la mancha, las causas que la originaron, el tipo de piel y otros factores asociados. Si se aplica láser cuando este no es necesario, los resultados pueden ser contrarios a los esperados. De esta manera, es importante consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado. 

Lavarse el pelo todos los días es un error 

La salud del cuero cabelludo es también una preocupación constante en las personas. De ahí que muchas de ellas se pregunten por la frecuencia del lavado del cabello. ¿Qué se debe tomar en cuenta? En todos los casos, se considera el tipo de cabello, es decir, si este es muy graso o poco graso, además de tener en cuenta las actividades cotidianas, como hacer ejercicio con regularidad, trabajos de campo, entre otros. Quienes tienen el cabello seco, por ejemplo, el lavado diario podría dañar la producción de grasa natural del cuero cabelludo, lo que contribuiría a incrementar la sequedad y la fragilidad del pelo. Como puedes ver, no hay una regla única para todos. La lección se repite: si cuentas con problemas de caspa, caída de pelo, resequedad, entre otros, la visita a un dermatólogo es obligatoria. 

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