El fanzine fue, durante mucho tiempo, vía de comunicación de ideas, propuestas estéticas y creaciones de artistas. En sus páginas, incluso, se presentaron críticas, artículos, reseñas y demás contenido vinculado con el mundo del arte. Actualmente, más allá de su formato original en papel, se sigue utilizando en medios virtuales con los mismos propósitos. A continuación, se presenta qué es un fanzine, sus características, tipos y cómo crearlo.
Para brindar una respuesta a esta cuestión, se debe empezar por el término y, luego, continuar con su definición. Con respecto a lo primero, fanzine es un término del inglés americano que proviene del acrónimo de “fan magazine”. En lo que concierte a su definición, según la RAE, se trata de “una revista de escasa tirada y distribución, hecha con pocos medios por aficionados a temas como el cómic, la ciencia ficción, el cine, la música pop, etc.”. Con orígenes en el siglo XIX y comúnmente asociado a la ciencia ficción, el fanzine tuvo una pronta evolución hacia diferentes formatos y temáticas, en las que se incluye, desde luego, los movimientos contraculturales como el punk.
Considerando lo anterior, estas publicaciones no se conciben para la publicación masiva como ocurre con las revistas convencionales. En este sentido, como se verá más adelante, no buscan la rentabilidad económica, sino la difusión de ideas y creaciones. Ahora bien, antes de la irrupción de la era digital, estos productos culturales se imprimían; actualmente, se pueden encontrar e-zines, que por su formato son fáciles de difundir en medios digitales, como las redes sociales. Con todo, el fanzine es una herramienta para que creadores y comunidades puedan compartir sus intereses y visiones del mundo.
A diferencia de las revistas comerciales o publicaciones seriadas, los fanzines no están vinculados a grandes editoriales. Esta independencia les otorga la posibilidad de abordar temas que no tienen cabida en los medios convencionales.
En tanto producto artístico, los fanzines reflejan la visión de los creadores, lo que implica que no se incluyen intervenciones externas, como ocurre en las editoriales. La autonomía en la edición garantiza, así, un contenido genuino y representativo.
Aunque no hay un estándar fijo, los fanzines suelen tener una extensión que varía entre las 16 páginas y, como mucho, 40. Hay casos en los que los creadores optan por agregar más páginas, pero no es la norma.
Al ser parte de un trabajo independiente, el fanzine no busca ganancias. Esta naturaleza no lucrativa permite una distribución más ágil, sencilla y libre de las dinámicas del mercado.
Siguiendo lo anterior, aunque su circulación es limitada, llega a las comunidades a las que se orienta o también a eventos temáticos.
Entre los muchos tipos de fanzines, se mencionan algunos de los más conocidos:
Adzines. Especializados en anuncios, se consideraban una ventana a productos o servicios específicos. A menudo, sirven como un mercado para aficionados que buscan artículos raros o especializados.
Bidzines. En desuso actualmente, estaban orientados a brindar ofertas relacionadas con convenciones.
Clubzines. Se utilizaban para mostrar los intereses o la participación de los fans en torno a determinadas publicaciones.
Cardzines. Son fanzines publicados en formato de tarjeta o postcards.
E-zines. La versión digital del fanzine, adaptada a la era de internet. Estas publicaciones online pueden alcanzar a una audiencia global.
Genzines. Dedicados a géneros literarios o cinematográficos, como la ciencia ficción. Estos fanzines ofrecen análisis detallados, reseñas y discusiones sobre obras específicas, por lo que recibe muchas participaciones.
Newzines. Actualizaciones y noticias de una comunidad o fandom. Estos fanzines mantienen a la comunidad informada sobre los últimos acontecimientos y tendencias.
Portada. Más que una simple presentación, refleja la esencia, estética y temática del fanzine. Es la primera impresión que el lector tiene del contenido, por lo que debe ser atractiva y representativa (tipografía, cabeceras, logotipos, entre otros).
Índice. Aquí se detallan los contenidos y su localización. Facilita la lectura y permite al lector acceder rápidamente a las secciones de interés.
Editorial. Se trata de la voz del editor, el cual presenta sus perspectivas sobre el contenido presentado.
Artículos. Son los textos que dan cuerpo al fanzine y en los que se incluyen diversos contenidos.
Secciones menores. Aquí se incluyen columnas, reseñas o entrevistas, entre otros, que enriquecen el contenido general.
Contraportada. Se suele reservar para anuncios, contactos o agradecimientos.
Antes de comenzar, es esencial definir la misión y visión del fanzine. ¿Qué mensaje desea transmitir? ¿A qué audiencia está dirigido?
Herramientas como los editores de texto o programas de diseño son esenciales para la composición y maquetación. Se prioriza busca mantener la estética del creador y la funcionalidad del producto final. Aunque actualmente se puede realizar digitalmente, también es bastante habitual hacerlo a mano.
Reunir textos, ilustraciones y fotografías. Es esencial que cada pieza de contenido esté alineada con la visión general del fanzine.
Decidir entre impresión, digital o ambos, considerando el público objetivo. Cada formato tiene sus ventajas y desafíos, por lo que es crucial elegir el más adecuado para el contenido y la audiencia.
Con todo en su lugar, se realiza la compilación y se da forma al fanzine. Esta etapa implica la revisión final para asegurar que todo esté en orden y listo para su distribución.
El fanzine sigue siendo relevante en el siglo XXI. La era digital ha transformado su formato, pero no su esencia. Los e-zines, donde se mezclan diseño y tecnología, han democratizado aún más su creación y distribución, lo que ha permitido que voces de todo el mundo sean escuchadas. Sin embargo, los fanzines impresos mantienen su encanto y son de interés para efectos de colección y apreciación. Con todo, con la proliferación de plataformas de publicación online, nunca ha sido tan fácil crear y compartir un fanzine, lo que garantiza que esta forma de expresión única permanezca en el tiempo.
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