Declaración de la renta de personas físicas: los 5 errores fiscales más comunes

La declaración de la renta –o declaración del impuesto a la renta– forma parte de las obligaciones fiscales de las personas físicas. Se presenta, casi con carácter general, anualmente y es importante para determinar la exención, devolución o pago de impuestos. Debido a que cuenta con diversas exigencias, muchas personas pueden incurrir en errores fiscales, como los que se comentar a continuación.

1. Incumplir los plazos para la declaración 

El incumplimiento de los plazos estipulados por la autoridad fiscal para presentar la declaración, en particular la declaración anual, es un error recurrente entre las personas físicas. Dicho incumplimiento puede acarrear consecuencias significativas, como recargos y actualizaciones, o pagos adicionales incluso. Estos, sumados a las posibles sanciones, pueden representar un costo financiero elevado para el contribuyente. Con todo, se trata del error más común cuando se trata de pagar impuestos. 

¿Cómo evitarlo? 

Es fundamental mantenerse al tanto de las fechas límite estipuladas por la autoridad fiscal. Se recomienda: 

• Marcar las fechas importantes en un calendario físico o digital. 

• Programar correos electrónicos automáticos que sirvan de recordatorio previo a las fechas de vencimiento. 

• Mantenerse informado a través de los canales oficiales de la autoridad fiscal (página oficial, sede electrónica, redes sociales, entre otros), que suelen enviar notificaciones sobre las fechas próximas de esta obligación fiscal. 

2. Carecer de documentación imprescindible 

La falta de documentos esenciales, como recibos de ingresos y gastos, y otros papeles relacionados con la actividad económica, es un obstáculo significativo al momento de presentar la declaración. No tener la documentación adecuada puede resultar en una declaración inexacta, lo que podría llevar a la persona física a incurrir en sanciones o a pagar impuestos incorrectos. Hay que tener en cuenta que se cuenta con un conjunto de casos en los que la presentación de ciertos documentos no es necesaria, como el caso de rentas que están por debajo de determinada cifra anual. 

¿Cómo evitarlo? 

Una gestión documental meticulosa es primordial. Para evitar inconvenientes se debe tener en cuenta lo siguiente: 

• Establecer un sistema de organización y archivo desde el inicio del año fiscal. 

• Clasificar y guardar todos los documentos relacionados con la actividad económica en carpetas o sistemas digitales (Google Drive, OneDrive, iCloud, entre otros). 

• Realizar revisiones periódicas para garantizar que todos los documentos estén al día y en orden. 

• Corroborar si, según sea el caso de la persona física, está exenta de cierta documentación. 

3. Dejar pasar las deducciones personales 

Las deducciones personales son una herramienta vital en la gestión fiscal, ya que permiten reducir la base imponible y, por ende, el impuesto sobre la renta a pagar. No aprovechar estas deducciones puede resultar en un pago excesivo de impuestos. 

¿Cómo evitarlo? 

Para optimizar el uso de deducciones personales: 

• Informarse sobre cuáles son las deducciones personales permitidas para la actividad económica y situación particular. 

• Conservar toda documentación que respalde las deducciones, como facturas, comprobantes de gastos médicos, educativos, nóminas, entre otros. 

• Consultar con un experto en materia fiscal para garantizar que se están aprovechando todas las deducciones posibles y se está cumpliendo con la normativa vigente. 

4. Enviar o presentar la declaración sin revisarla 

Tras concluir la preparación de la declaración, un error frecuente que las personas físicas cometen es enviarla sin una revisión pausada. Tal omisión puede dar lugar a inconsistencias o errores en la declaración, lo que puede llevar a la autoridad fiscal a considerarla inexacta o incompleta, como ya se ha comentado. Esto puede desencadenar en sanciones, recargos y actualizaciones que pueden impactar negativamente en las finanzas personales y en el historial fiscal del contribuyente. 

¿Cómo evitarlo? 

Para garantizar que la declaración se presente adecuadamente: 

• Es esencial realizar múltiples revisiones del documento para asegurarse de que cada sección y dato concuerde con los registros y comprobantes. 

• Utilizar herramientas digitales o programas especializados en la gestión fiscal, que a menudo cuentan con mecanismos de validación que detectan posibles inconsistencias. 

• Antes de enviar la declaración final, compararla con las del año anterior para identificar posibles disparidades y garantizar que se hayan incluido todos los ingresos y gastos relevantes. 

• En casos de incertidumbre, es prudente obtener una segunda opinión, preferentemente de un experto en materia fiscal. 

5. Realizar la declaración sin asesoría profesional 

La gestión fiscal es un ámbito complejo y especializado. Las personas físicas, en su afán de economizar o por desconocimiento, a menudo omiten solicitar asesoría profesional para la elaboración y presentación de su declaración. Esta decisión puede resultar costosa a largo plazo, ya que una declaración mal presentada puede generar desde el pago excesivo de impuestos hasta sanciones por incumplimiento de las normativas fiscales. 

¿Cómo evitarlo? 

Para asegurar una gestión fiscal óptima: 

• Se recomienda, especialmente en casos donde la situación financiera es compleja, contar con la asesoría de un experto en fiscalidad. 

• Indagar o buscar información sobre la normativa fiscal, ya que esto permite tener un conocimiento básico sobre las obligaciones y derechos de los contribuyentes. 

• Comparar el costo de la asesoría profesional con las posibles consecuencias financieras de una declaración incorrecta. A menudo, la inversión en asesoría se compensa con ahorros significativos y evitando sanciones. 

• Establecer una comunicación fluida con el asesor para resolver dudas y mantenerse actualizado en cuanto a cambios legislativos y obligaciones fiscales. 

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