¿Cómo elegir alimentos en el supermercado?

Las compras en el supermercado representan una de las actividades más usuales dentro de la vida cotidiana. Y no es para menos: esta permite adquirir un conjunto de productos básicos para lograr una correcta alimentación. Sin embargo, en ocasiones, se adquieren productos que no son del todo saludables. En este texto, se aborda este tema y se brindan consejos sobre cómo elegir alimentos en el supermercado.

¿Cómo saber qué es o no es saludable? 

Ante la gran diversidad de productos que pueden hallarse en los supermercados, discernir entre lo saludable y aquello que no lo es se convierte en un desafío para muchas personas. Lo que se debe tener en cuenta, en primer lugar, es conocer qué se entiende por saludable. A grandes rasgos, podría decirse que la alimentación saludable implica el consumo de alimentos que aportan nutrientes esenciales (como grasas y proteínas, por ejemplo) sin incluir cantidades excesivas de azúcares, grasas saturas o sal. Aquí se incluyen las frutas y verduras, las carnes magras, los productos lácteos bajos en grasa, entre otros.  

En segundo lugar, se debe saber que los alimentos procesados no son precisamente saludables. Más allá de un consumo controlado o excesivo, estos alimentos contienen aditivos y componentes que buscan lograr una correcta conservación del producto, potenciar el sabor y hacerlo más agradable para los consumidores. En este sentido, la educación nutricional es fundamental para conocer que este tipo de productos puede tener un impacto negativo en la salud a mediano y largo plazo. Entonces, se recomienda investigar y educarse en cómo entender las etiquetas de los alimentos, el valor nutricional de algunos productos y las necesidades individuales en torno a la alimentación. 

¿Cómo identificar las estrategias de los supermercados? 

Ahora bien, es necesario saber que los supermercados utilizan un conjunto de estrategias de marketing y distribución de secciones para incentivar la compra de ciertos productos. De hecho, una de ellas es situar tales productos en ubicaciones estratégicas: los productos de mayor margen de ganancia se sitúan a la altura de la mirada, mientras que los productos de impulso (dulces y revistas) se ubican muy cerca de las cajas.  

Asimismo, en muchos supermercados, las secciones de alimentos atienden a un orden determinado no solo para hacer más agradable la experiencia del usuario, sino también para que haya la oportunidad de conocer toda la oferta. Así, los productos básicos se colocan hacia el final del recinto. 

Ahora bien, las promociones y descuentos también se incluyen dentro de estas estrategias. Esto puede tener un gran impacto en la compra de grandes cantidades de productos que no necesariamente son saludables. Aquí, por ejemplo, se incluyen golosinas, productos de bollería, congelados, enlatados, entre otros. 

Al conocer estas estrategias, los consumidores pueden tomar más y mejores decisiones en torno a su alimentación y hábitos de compra. 

Consejos para elegir alimentos en supermercado 

Optar por alimentos frescos 

Este tipo de alimentos son más nutritivos y se caracterizan por contener menos aditivos en comparación con los alimentos procesados. Es importante, asimismo, observar detenidamente la textura, apariencia y olor para asegurarse de su calidad. Aquí se contemplan las frutas, verduras y carnes. En general, estos alimentos se digieren con mayor facilidad y son parte de una alimentación saludable. 

Preferir alimentos de temporada 

Los alimentos de temporada se caracterizan por ser cosechados en su punto óptimo de maduración en un momento específico del año. Esto quiere decir que no se utilizan componentes adicionales para acelerar la maduración, como suele ocurrir con el plátano o las bananas. Si sus beneficios en la alimentación son claros, también lo son en la economía local y en el medioambiente. 

Comprar alimentos de granos enteros 

Los granos enteros se caracterizan por ser más nutritivos que los granos refinados, puesto que estos últimos carecen de algunos de los componentes del grano, como el germen, el salvado o el endospermo. Entonces, los enteros son una excelente fuente de fibra que ayudan a la digestión y a mantener la sensación de saciedad. Ahora bien, el consumo de estos granos puede contribuir con una menor incidencia de enfermedades crónicas como la diabetes o las afecciones cardiovasculares. 

Leer las etiquetas con detenimiento 

Uno de los puntos más importantes para una compra saludable en el supermercado es la correcta lectura de la información nutricional de los productos. Esto puede leerse en las etiquetas, en las que precisamente se hallan no solo los valores nutricionales, sino también los ingredientes ordenados según su cantidad en el producto. Esta información puede llegar a ser confusa para muchos consumidores, lo que es necesario observar las cantidades de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sal. 

Evitar los enlatados 

Aunque los alimentos enlatados pueden ser prácticos, a menudo contienen altos niveles de sodio y pueden llevar aditivos y conservantes. Cuando sea posible, es preferible optar por alimentos frescos o congelados. 

Evitar los precocinados 

Los alimentos precocinados suelen ser altos en grasas, azúcares y sal, además de contener aditivos y conservantes. Cocinar desde cero permite tener un mayor control sobre los ingredientes y la preparación de los alimentos. 

Evitar las grasas trans 

Las grasas trans se asocian con un mayor riesgo de enfermedades del corazón. Se encuentran principalmente en alimentos procesados, como las comidas rápidas, la repostería industrial y las margarinas. 

Plantear la compra desde casa 

Planificar las compras antes de ir al supermercado ayuda a tomar decisiones más saludables y a evitar compras impulsivas. Se recomienda hacer una lista de la compra y seguirla al pie de la letra. Esta lista debe ser realizada teniendo en cuenta las necesidades nutricionales y las preferencias alimentarias de cada miembro de la familia. Además, es útil tener en cuenta el presupuesto disponible para evitar gastos innecesarios. Es aconsejable también planificar las comidas de la semana para poder comprar todos los ingredientes necesarios en una sola visita al supermercado. Este enfoque no solo favorece la elección de alimentos más saludables, sino que también contribuye a reducir el desperdicio de alimentos y a ahorrar tiempo y dinero.

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