Dependencia y codependencia: qué son, diferencias, señales e intervención psicológica

Aunque se hable con frecuencia sobre la dependencia y codependencia emocional, la diferencia entre ambas es poco conocida. Lo mismo ocurre con la identificación de sus principales señales que, a pesar de ser aparentemente igual, guardan distancias en cuanto a las dinámicas que se establecen entre las personas involucradas en una relación. Para comprender esto, este texto desarrolla qué es la dependencia emocional, qué es la codependencia, sus señales y cómo intervenir para garantizar la salud y bienestar de quienes las experimentan.

Dependencia y codependencia emocional, ¿qué son? 

Aunque parezcan conceptos parecidos, la dependencia y la codependencia emocional poseen diferencias significativas. Son, efectivamente, dos formas de relaciones desequilibradas en cuanto a la gestión de las emociones, pero difieren en su enfoque y maneras de manifestarse. 

¿Qué es la dependencia emocional? 

La dependencia emocional consiste en un estado en el que un individuo experimenta una fuerte necesidad de aprobación y afecto de otra persona. En este sentido, en lugar de crear un proyecto propio de vida, quien desarrolla dependencia emocional fundamenta no solo su bienestar, sino también su satisfacción en esta constante comprobación de interés o rechazo. Desde luego, esto puede llegar a ser perjudicial para la salud emocional y mental, ya que la dependencia conduce a sentimientos de miedo a la soledad, angustia por una eventual separación y a la incapacidad de tomar decisiones de manera autónoma. Por su parte, las causas de la dependencia emocional son diversas, pero pueden rastrearse en la infancia, en la que pudo haber habido desatención o violencia de los cuidadores. 

¿Qué es la codependencia emocional? 

Por su parte, la codependencia emocional consiste en una vinculación y relación disfuncional entre dos personas, en la que una se siente responsable del bienestar –tanto físico como mental– de la otra. Comúnmente, este tipo de relación se establece con personas discapacitadas, drogodependientes, alcohólicas e, incluso, en relaciones de pareja. En este sentido, la persona que desarrolla codependencia emocional puede llegar a abandonar su propio bienestar para buscar el bienestar de quien se encuentra a su cargo. En cuanto a sus características, la codependencia deriva en la dificultad para establecer límites, ausencia de identidad propia, necesidad de control constante, baja autoestima y, desde luego, relaciones disfuncionales. Este tipo de relaciones genera insatisfacción; sin embargo, son difíciles de romper. 

Diferencias entre dependencia y codependencia emocional 

Dependencia y codependencia emocional, como se ha dicho, son patrones de pensamiento diferentes. Para comprender esto, es necesario tomar en cuenta el tipo de dependencia que se desarrolla. Esto quiere decir que mientras que la primera se centra en la necesidad de aprobación y afecto de otra persona, la segunda se enfoca en sentirse responsable de los demás, ya sea un familiar, un amigo o una pareja. 

Señales de la dependencia y codependencia emocional 

Hay un conjunto de señales que permite identificar cuándo se está frente a la dependencia o codependencia emocional. Se presentan tales señales a continuación. 

Señales dependencia emocional 

Las señales de la dependencia emocional pueden incluir: 

• necesidad constante de aprobación 

• miedo a la soledad 

• anteponer las necesidades de otros antes que la propia 

• ansiedad e inseguridad ante la ausencia del otro 

• dificultad para tomar decisiones de manera independiente 

• sentir que la vida no tiene sentido sin el otro 

• complacer al otro, aunque sea incómodo 

• centrar el bienestar individual en el otro 

• aislamiento social 

Señales codependencia emocional 

Las señales de codependencia emocional pueden incluir: 

• sentir responsabilidad por los problemas de los demás 

• problemas para establecer límites 

• sentir insatisfacción en las relaciones interpersonales 

• sentimiento de estar atrapado 

• descuidar el bienestar personal 

• tendencia al autoengaño 

• miedo al rechazo 

Consecuencias de la dependencia y codependencia 

Ambas, dependencia y codependencia, pueden causar graves consecuencias para la salud mental y física de las personas que las han desarrollado. Estas pueden incluir trastornos de ansiedad, depresión, problemas relacionados con el estrés, entre otros. Como se puede imaginar, estas condiciones pueden llevar a la persona descuidar sus propias necesidades y a tener dificultades para establecer relaciones no solo saludables, sino también genuinas y satisfactorias. 

En el caso de la dependencia emocional, la persona puede sentir atrapada en una relación que no la satisface, pero no la abandona porque siente miedo a la soledad y al rechazo. La codependencia, por su parte, puede generar que la persone descuide completamente sus propias necesidad y bienestar para cuidar a los demás, sea quien fuere. Frente a esto, se necesita una intervención psicológica que pueda crear consciencia en la persona para que, de ese modo, puede iniciar un proceso de cambio en pos de su bienestar integral. 

Intervención psicológica como solución a la dependencia y codependencia 

Como se ha mencionado, la intervención psicológica puede convertirse en una herramienta efectiva para tratar tanto la dependencia como la codependencia emocionar. Se suele recomendar la terapia cognitivo-conductual u otras terapias de afrontamiento. Cabe recalcar que, en algunos casos, ante la existencia de depresión o ansiedad severos, los profesionales de la salud pueden recomendar la ingesta de antidepresivos y ansiolíticos. 

Con todo, se recomienda asistir regularmente a una consulta psicológica para realizar terapias, ya que estas ayudan a reconocer y cambiar patrones de pensamiento, así como comportamientos perjudiciales. Al tratarse de tipos de dependencia emocional, la terapia puede contribuir, a su vez, con la formación de relaciones interpersonales saludables y satisfactorias. El amor propio, la autoestima, la autovaloración positiva, los límites personales, entre otros, pueden marcar la diferencia en el momento de establecer una relación de pareja, sobre todo. 

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